Morfológicamente su cuerpo se compone de cabeza, tronco y cola, y está formado por 33 segmentos o anillos sin tabiques de división en su interior. Su cuerpo suele ser aplanado en sentido dorsoventral y a menudo, afilado en su parte anterior. El sistema nervioso central está compuesto de 32 ganglios, cada uno con alrededor de 400 neuronas. El rasgo físico más característico de la sanguijuela es su ventosa bucal, que se encuentra en su extremo anterior. La boca está armada con dientes que utiliza para cortar la piel de las víctimas y extraer sangre, de la que se alimenta. Las glándulas salivales secretan sustancias anticoagulantes, vasodilatadoras y un anestésico local las que se incorporan a su saliva cada vez que muerde a un huésped.
El uso de las sanguijuelas en la medicina se remonta a hace más de 3.000 años. Se han descrito incluso dibujos de ellas en los jeroglíficos de cavernas y pirámides egipcias. En Grecia, Roma y Siria, estos anélidos se utilizaban para extraer la sangre de muchas zonas del cuerpo. Existía la creencia de que las sangrías o flebotomías podían curar desde dolores locales a procesos inflamatorios, incluso nefritis, laringitis, gota, enfermedades oculares, obesidad y patologías mentales.
En los siglos XVIII y XIX se vendían sanguijuelas en las farmacias europeas, llegando a ser muy populares en la terapéutica de esa época, sobre todo en Francia. Fue así como la población de este anélido descendió hasta niveles alarmantes en Europa y hoy, la especie más utilizada en la medicina, H. medicinalis, está en peligro de extinción.
Como vemos, las sanguijuelas se vienen usando desde hace miles de años para realizar sangrados en sociedades tradicionales, y su uso en medicina moderna está circunscrito a eliminar hinchazones y, sobre todo, a procedimientos para corregir dislocaciones de las extremidades.
En países civilizados se describen casos esporádicos de parasitosis humana por ingestión de agua no tratada, donde se encuentran especímenes fundamentalmente jóvenes, los que al ser ingeridos pueden adherirse a la mucosa de la faringe, epiglotis y esófago, o pasar a laringe, tráquea y bronquios.
En países tropicales se describe como un hecho frecuente la penetración de sanguijuelas, al exponerse a fuentes naturales como lagos y ríos, a través de orificios naturales como el ano, la vagina o la boca adhiriéndose a la mucosa respiratoria y digestiva.
Aunque las heridas producidas por su mordedura en general tardan en cicatrizar, no suelen infectarse.
Sin embargo, las sanguijuelas pueden tener un rol totalmente distinto a los anteriormente descritos: el de identificar al ladrón de un robo cometido hace 8 años gracias al análisis de su ADN.
6 comentarios:
Desde luego, la sabia Madre Natura no dejará nunca de sorprendernos. Con el vídeo ya no me he atrevido y menos recién cenada jeje. A ver si a partir de esta valiente y "chivata" sanguijuela, salen más y siguen delatando a todos los criminales de casos irresolubles que andan sueltos disfrutando de la vida.
Una entrada bastante curiosa e impactante. Me ha encantado. De 10.
Miles de besos al cuadrado.
Las sanguijuelas son unos bichos muy interesantes. La gente del lince, para no estresar a los animales con las extracciones de sangre, utiliza también unos parásitos alóctonos que se la extraen a los animales de una forma natural, y, además, estos parásitos son hasta "reciclables".
La historia de la sanguijuela chivata es de lo más rocambolesca.
Saludos.
y en ocho años no ha tomado más alimentos de otras personas?, tendrá más de un ADN?, acaso estaba muerta?
Es interesante este caso.
María_azahar, está claro que el utilizar un animal como la sanguijuela del que poder extraer el ADN de la sangre es un método bastante eficaz para delatar a un criminal. Lástima que su presencia se limite prácticamente a un ambiente dulceacuícola.
La verdad que es una historia extraña, querida Mª Ángeles. Muchas gracias por la información que nos aportas sobre los parásitos que se utilizan para extraerle sangre al lince. Queda, pues, pendiente una de nuestras charlas sobre este interesante tema.
Nuva, la noticia nos dice que la sanguijuela fue hallada supuestamente en la escena del robo hace 8 años y que la policía científica le extrajo entonces la sangre a partir de la cual analizaron el ADN que según creyeron pertenecía al principal sospechoso. Hasta aquí todo bien. Desconozco si la sanguijuela apareció viva o muerta (no es importante para la obtención del ADN a partir de la sangre). El caso es que Peter Cannon fue arrestado el año pasado por un delito de drogas y, entonces, las autoridades obtuvieron por primera vez su información genética, la cual coincidía con la extraída de la sanguijuela. De ahí la condena que sale ahora.
Insisto en que la sanguijuela apareciese muerta, que esté en formol en el laboratorio de la policía australiana o que siga viva es irrelevante, puesto que el ADN que le interesaba a la policía científica se extrajo hace 8 años de su sangre.
¡Un saludo!
Entiendo las preguntas de Nuva. A mí me cuesta creer esta historia. No sé, pero no veo del todo fiable la prueba del ADN contenido en la sanguijuela.
Ya he visto el vídeo. Es repugnante, asqueroso. Eso se avisa.
Saludos
Es una historia algo estrambótica pero, créeme, los resultados del ADN son fiables 100%.
Siento que no te haya gustado el vídeo. Ya he puesto una nota al pie del vídeo.
¡Saludos!
Publicar un comentario