¿Te has parado a pensar si bajo la lluvia un mosquito sobrevive? La respuesta es sí. Para ello, se combinan varios factores: su bajo peso, alas impermeables y volar con una mentalidad de resistir. Así lo afirma David Hu, profesor de ingeniería mecánica en el Instituto de Tecnología de Georgia, cuyo equipo, para demostrarlo, tomó una muestra de seis mosquitos Anopheles (el principal vector de la malaria) y dejó caer sobre ellos gotas de agua desde una altura de diez metros. Los insectos sobrevivieron a la lluvia.
Las gotas de lluvia caen del cielo a una media de unos 10 km/h. El golpe genera una fuerza que equivale a unas 10.000 veces el peso de un mosquito. En otras palabras, fuerza suficiente para matarlo.
Sin embargo, la ligereza del mosquito atenúa la fuerza de las gotas lo bastante para que el fuerte exoesqueleto del mosquito resista el golpe. Hu explica que es como si el golpe proviniera de una pluma.
Pero, aunque las gotas no pueden matar a los mosquitos, sí pueden lesionarlos. Para evitar daños, el mosquito tiene dos estrategias: si la gota golpea las patas o las alas, el mosquito pierde el equilibrio para que el agua se deslice fuera de sus extremidades, que son resistentes al agua. En una centésima de segundo, el mosquito vuelve a retomar el equilibrio en el vuelo.
Viaje dentro de una gota de lluvia
Si la gota de lluvia golpea directamente el cuerpo del insecto, el impacto es mucho mayor y empapa al mosquito con fuerza suficiente como para desplazarlo. Así, el insecto viaja entre 5 y 10 centímetros dentro de la gota de agua y, después, se libera.
Hu asegura que los mosquitos son unos maestros del tai-chi, ya que no se resisten a la fuerza del impacto de la gota. Hay una situación en la que sí que corren peligro, cuando vuelan cerca del suelo. Si el mosquito se encuentra de 10 centímetros o menos del suelo y es golpeado directamente en el cuerpo, no tiene tiempo suficiente para liberarse de la burbuja de agua y se estrella contra el suelo.
Aplicaciones prácticas
Los resultados de la resistencia del mosquito a la lluvia podrían servir para ayudar en el proceso de control de plagas o para mejorar el diseño de los llamados micro-vehículos aéreos (MAV, por sus siglas en inglés), unos pequeños aviones robot que pueden ser tan pequeños como un insecto.
En el siguiente vídeo se puede observar lo que ha descubierto el profesor David Hu:
En el siguiente vídeo se puede observar lo que ha descubierto el profesor David Hu:
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