- El musgo es capaz de retener hasta 20 veces su peso en agua y actúa como regulador hídrico, es decir, impide la erosión en tiempo de lluvias y libera humedad en tiempo seco.
- Actúa como germinador de semillas de otras plantas de los ambientes donde habitan;
Protege el suelo de la erosión y cuando se descomponen, pasa a formar parte de él, enriqueciéndolo.
- Es el hogar de muchas especies de flora y fauna (invertebrados que son también muy útiles para la formación del suelo).
- Desempeñan un papel importante en la formación del suelo, en el que otras plantas pueden luego arraigar.
- El musgo que compras hoy (y luego se va a la basura), ¡tardará siete años en volver a crecer!
- Los consumidores estamos dando nuestro dinero para mantener esta depredación y también podemos pararla.
¿Qué implica la extracción de los musgos?
Cuando hablamos del musgo nos referimos a más de 1,100 especies y no a una sola. En todos los casos, su extracción para usarlos como adornos navideños tiene estas consecuencias:
· Disminución de la cantidad de agua;
· Desertificación de los suelos;
· Disminución del hábitat de la microfauna silvestre;
· Erosión de los suelos;
· Reducción de la biodiversidad;
· Deterioro del paisaje.
¿Sabías que en países como España está prohibida su recolección directa y que en las tiendas se deben tener permisos para su venta?
¿Cuál es el papel del musgo en los ecosistemas dónde habita?
Los musgos son plantas que absorben el agua y muchas otras partículas minerales que le sirven de alimento, y lo hacen a través de todo el cuerpo de la planta, por lo que son grandes captadores y almacenadores de agua que van liberando poco a poco en bosques y páramos.
En diversos bosques lluviosos los musgos actúan como grandes esponjas que regulan el cauce de los ríos, protegiendo el suelo de inundaciones violentas y entregando agua constante durante los meses de verano a los ríos y arroyos que las desaguan.
Interceptan, absorben y retienen los minerales disueltos en las aguas lluvias, permitiendo la incorporación de éstos en el ecosistema y disminuyendo su lavado hacia los ríos y mares.
Muchas especies de briófitas (incluyen musgos, plantas hepáticas y antocerotes) tienen la habilidad de fijar nitrógeno atmosférico mediante colonias de cianobacterias que viven en burbujas de mucílago entre sus hojas, contribuyendo en gran medida con la incorporación de este elemento en el ecosistema, especialmente en ecosistemas lluviosos. Algunas especies de antocerotes tienen incluso una relación simbiótica con ciertos géneros de cianobacterias.
Fuente: Vinculando.org
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