sábado, 29 de diciembre de 2012

¿Por qué tienen espinas los acebos?



Los acebos, con la brillante mezcla de colores rojo y verde, tienen mucho éxito como decoración durante las fiestas de Navidad, a pesar de los bordes espinosos de sus hojas. 

Sin embargo, no todas las hojas cuentan con esta característica, ni siquiera todas las de un mismo árbol. Ahora los científicos creen saber cómo estas plantas pueden hacer que algunas de sus hojas sean más espinosas que otras.

Un nuevo estudio publicado en el Botanical Journal de la Linnean Society sugiere que las variaciones de las hojas de un mismo árbol son el resultado del pastoreo de los animales y la respuesta de las plantas ante este tipo de presión. 


Carlos Herrera, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, ha dirigido el estudio en la región suroriental española, cuyo objeto es el acebo europeo (Ilex aquifolium). Los acebos, al igual que otras plantas, pueden tener distintos tipos de hojas al mismo tiempo, fenómeno llamado heterofilia. De los 40 ejemplares que analizaron, 39 mostraron diferentes tipos de hojas, tanto espinosas como lisas.

Algunos de los árboles tenían aspecto de haber sido «atacados» por ciervos y cabras salvajes. En estos ejemplares, las hojas por debajo de los 2,5 metros tenían más hojas espinosas, mientras que las situadas más alto eran más lisas. La intención de los investigadores es descubrir cómo pueden los acebos cambiar la forma de sus hojas con tanta rapidez.

Todas las hojas de un árbol son idénticas genéticamente y comparten la misma secuencia de ADN. Al estudiar el ADN en busca de restos de un proceso químico llamado metilación, que modifica el ADN pero no altera la secuencia genética del organismo, el equipo fue capaz determinar si la variación de las hojas es una respuesta a los cambios ambientales o genéticos. De este modo, descubrieron una relación entre el pastoreo de animales, el crecimiento de hojas espinosas y la metilación.

«Observamos que el ADN de las hojas espinosas habían sufrido menos metilación que las lisas, por lo que concluimos que los cambios inferidos por la metilación son los últimos responsables de los cambios en las hojas», declara Herrera. «Lo novedoso de nuestro estudio es que demostramos que estos cambios en los tipos de hojas están relacionados con las diferencias en los patrones de metilación del ADN, es decir, cambios epigenéticos que no dependen de variaciones en la secuencia del ADN».

«La heterofilia es una característica propia de especies conocidas, atribuida al pastoreo de animales. Sin embargo, hasta ahora, nadie había descubierto el mecanismo por el que esto sucede», afirma Mike Fay, del Botanical Journal de la Linnean Society y Kew Royal Botanic Gardens. «El nuevo estudio supone un importante paso para entenderlo».

Los cambios epigenéticos se dan independientemente de la variación en la secuencia genética del ADN.

«Esto tiene importantes implicaciones para la conservación de las plantas», afirma Herrera. En poblaciones naturales cuya variación genética se ha visto diezmada por la pérdida del hábitat, la habilidad de respuesta rápida, sin esperar a cambios en el ADN, podría ayudar a los organismos a sobrevivir a los cambios ambientales. La capacidad de adaptación de las plantas representa un atisbo de optimismo ante las preocupaciones conservacionistas.


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